La meditación no sólo es una manera muy buena de relajarse, si no que además también mejora tu sistema inmunológico. también es capaz de agudizar tu memoria.
En la clase de hoy hemos hecho una meditación muy interesante. Comenzaba con concentrarnos en nuestra respiración ya que en nuestro día a día no somos conscientes de ésta. A partir de ahí el profesor nos ha contado una historia en la que teníamos que imaginarnos a nosotros mismos como el protagonista de la historia. Esta trataba de en este caso, yo misma que voy al médico por un dolor fuerte de cabeza y el médico me comunica que tengo un cáncer incurable y que me quedan 2 meses de vida. Después de esa noticia teníamos que imaginarnos nuestra vida a partir de hora y a nuestros seres queridos a los que les contaríamos tal desgracia. Yo pensaba en ese momento en todas las cosas que me faltaría por hacer y que no pude hacer debido a mi enfermedad y en mis seres más queridos. En la historia resulta que suena el teléfono de casa donde el médico se disculpa y comunica que esos análisis no eran los míos, que se habían mezclado con los de otra persona. En ese momento he pensado dos cosas: la primera es que pobre de esa persona que sólo le quedan 2 meses de vida. La segunda es que soy muy afortunada y que nunca habría apreciado tanto mi vida.
Es algo muy frecuente que nos pasa, que no apreciamos ni valoramos nuestra vida hasta que en un momento es como si te la quitasen de las manos. Tenemos la mala costumbre las personas de no apreciar algo hasta que estamos a punto de perderlo o ya lo hemos perdido. Por ejemplo, en el ejemplo de hoy también el profesor nos ha querido decir que no nos dejemos influir por el estrés de los exámenes y apreciemos que tenemos una vida y además muy afortunada.
(Había puesto aquí una fotografía pero blogger no me deja publicar la entrada si ésta contiene una foto)
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