Pero otras veces no es con una persona ajena, sino con nosotros mismos, nos enfadamos con nosotros mismos y nos machacamos y nos hacemos sentir mal sin ser capaces de perdonarnos a nosotros mismos.
Después de reflexionar sobre esto hemos hecho una meditación que se trataba de cerrar los ojos y pensar en una persona a la que tienes un resentimiento por la razón que sea y mirarla a los ojos diciéndole todo lo que sientes hacia él como te salga, sin cortarte un pelo, con insultos si hace falta. Liberarte y luego intentar verle con los ojos de Dios e intentar borrar ese resentimiento. En mi caso no he sido capaz de borrar ese resentimiento porque en mi caso se trataba de una persona que me ha hecho mucho daño en los últimos años de mi vida y eso no es fácil de borrar con una simple meditación, igual con el tiempo, pero un tiempo que creo yo, porque el tiempo no cura solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario